Suena el despertador y comienza un nuevo día. Te levantas, te preparas y llevas a los niños al colegio, o vas a trabajar directamente.
Cada día es una nueva oportunidad y un nuevo reto.
Hay días que sientes que todo va sobre ruedas y otros que piensas que no conectas con nada ni con nadie, no encuentras ninguna motivación y todo se te hace cuesta arriba.
Es normal, todos tenemos que enfrentarnos a situaciones exigentes, nuevos desafíos y nos toca relacionarnos con muchos tipos de personas; unas que son maravillosas y otras que parece que nos ponen piedras en el camino.
Y es que las relaciones personales son muy complicadas. Tanto a nivel personal como laboral.
Hay momentos en los que es complicado entenderse a uno mismo, ¡cómo para entender a los demás!